lunes, 5 de septiembre de 2011

Acto 0. Una nueva crisis

Una tenue luz solar entra a través de las almenas al salón principal de Minas Aerion,  Mithraril, hijo de Tithraril pasa a través de ella caminando de punta a punta de la habitación como una bestia enjaulada, en parte es cierto, puesto que el grupo de dunlendinos que intentaron tomar un puesto fronterizo en el norte no era más que una avanzadilla de un verdadero ejército, sí, un ejército derrotado, pero un ejército al fin y al cabo. La tercera guerra del norte ha acabado, pero eso no significa que el rey brujo se dé por vencido. De vuelta a su cúbil, pretende hacer todo el daño posible a Arthedain y Minas Aerion no es una excepción: Un ejército de casi mil soldados entre orcos y humanos se dirige al castillo por el noroeste. El ejército de Arthedain está demasiado disperso y demasiado alejado de la frontera norte como para prestar ayuda útil a Minas Aerion. Al menos, dicen los exploradores, los saqueadores no tienen armas de asedio con las que entrar en el castillo y sus ingenieron parece ser que murieron hace mucho (junto con gran cantidad de orcos) en la batalla de Amon Sûl. Por otro lado, solo quedan los 50 guerreros y montaraces de Minas Aerion y 80 hombres de armas del pueblo con el mismo nombre.
 
Mithraril se sienta en su trono, mejor dicho se derrumba en él, agobiado por las circunstancias, en el salón están sus tres hijos y sus hombres de confianza: (vosotros); por último, un enano de Kuzuk-U-Ûdul, ex-miembro de la guardia personal del señor de la mina. El señor del castillo está abrigado con una manta, parece tener más frío que los demás, demasiado para un mes de abril, pero no engaña a nadie, la manta que le tapa las manos, no oculta un ligero temblor. Mithraril está temblando de miedo. En su larga vida como señor del castillo nunca ha tenido que enfrentarse a algo así; demasiado alejado de la guerra y demasiado tiempo ha pasado desde la última batalla en la que esgrimió el acero, ya no sabe como enfrentarse a la muerte. Cabe la posibilidad que intente salvar su vida y la de su mujer en la mina enana, o al menos eso querría, porque en el fondo de su mente sabe perfectamente que los enanos no cobijarán a un cobarde ¡y mucho menos a un cobarde que se esconde bajo las faldas de una elfa!
 
- Debemos hablar con los enanos - Por fin rompe el silencio- Nos deben ayudar -más parece una súplica que una orden- No podemos enfrentarnos solos contra ellos y tampoco podemos resguardarnos dentro de estas murallas, nos matarían de hambre, la única posibilidad es que los enanos nos cobijen bajo tierra.
 
Mithraril se rasca la barba, intranquilo, no le ha gustado el comentario, puede ser muy noble intentar defender a las mujeres y niños de su castillo, pero en la mina también vive más gente aparte de aguerridos soldados y si los humanos abandonan la lucha es posible que los orcos la busquen bajo tierra... Eso sin contar con lo que pueda opinar el señor de la mina acerca del honor de Mithraril.
 
Tras mostrar vuestras opiniones al respecto, las puertas se abren, es Nâridsul, vestido para la guerra, con una reluciente armadura y una espada de excelente manufactura élfica cuyo desafortunado nombre es "Herida de hombres" en referencia a los dunlendinos que azotan la zona pero que muchos dunedain se han tomado a mal. -Padre, dame a diez montaraces y los hostigaremos de camino aquí. Mithraril se levanta y se acerca a él, dándole unas palmadas en la cara de forma cariñosa, como diciéndole "buen intento", algunos en la sala hubiesen preferido darle la palmada un poco más fuerte y ya puestos con el puño cerrado. Sea como fuere, Nâridsul decide dirigirse hacia vosotros: - Compañeros... camaradas... Necesitamos estar más unidos que nunca, debemos luchar contra el enemigo, me ofrezco voluntario para luchar fuera de murallas para evitar que el enemigo nos asedie. ¿Quién se une a mí?

domingo, 28 de agosto de 2011

Kuzuk-U-Ûdul

Kuzuk-U-Ûdul, también llamada Mina roja, recibe su nombre por la gran cantidad de rubies que se encontraron en los primeros estratos de la excavación allá por los inicios de la segunda edad. Los enanos excavaron con más ahinco pero no encontraron más, aún así, las riquezas obtenidas les sirvieron para ser una de las colonias más ricas del país, antes del desastre.

El resurgir de los enanos mezquinos
Durante la excavación, antes de ser un lugar seguro, los ingenieros fueron los custodios de las piedras encontradas y extraidas, pero la avarícia les perdió, excavaron grandes salas del tesoro, instalaron trampas en ellas (incluso antes de terminar zonas más importantes), esto hizo que muchos enanos que trabajaban en las minas se revelaran contra sus jefes. Los rebeldes llamaron a los ingenieros "enanos mezquinos" en alusión a los antiguos enanos que cayeron bajo la influencia de Morgoth en la primera edad. Muy a pesar, la batalla no se pudo evitar y muchos de ellos cayeron. Los enanos de Moria marcharon para restablecer la paz, pero cuando llegaron ya era demasiado tarde. Los mineros habían quedado diezmados y los pocos ingenieros que sobrevivieron huyeron con el tesoro. Desde entonces, muchos enanos han marchado intentando encontrar el tesoro perdido, pero ninguno lo ha encontrado hasta ahora. Cierto es, que son pocos los que lo intentan, puesto que es un tesoro considerado por los enanos como maldito, llamándolo "El tesoro de las piedras de sangre".

El gran salón del sol y las estrellas
Kuzuk-U-Ûdul fue repoblado y terminado. Los grandes salones estaban repletos de enanos y durante mucho tiempo continuó así. Quiso el destino que unos humanos quisieran asentarse a pocos metros de la entrada a la mina, estos eran dunedain y no tardaron en forjarse grandes lazos de amistad. Tras una gran alianza entre Minas Aerion y Kuzuk-U-Ûdul en una batalla frente a angmarianos se decidió construir el gran salón del sol y las estrellas. La sala que simbolizaría la amistad entre humanos y enanos de la región.


El salón tiene una gran obertura por el que pasa la luz del sol, el cual queda reflectado en una serie de espejos que a su vez se reflejan en el suelo. 

Unas columnas de azabache impregnadas de pequeños diamantes alernadas con otras columnas de mármol blanco pulido recorren la gran estancia. Las baldosas siguen el mismo esquema de materiales y por supuesto en las grandes y largas mesas, es tradición que un humano se siente al lado de un enano de forma alterna.

Esta es la única estancia en la que pueden entrar los humanos, el resto queda vetada, puesto que es sabido por todo el mundo lo fácil que es corromper a un hombre y si los enanos se vieron envueltos en luchas internas por el poder: ¿De qué no sería capaz un humano?

Y ahora, ¡ah! Atrás quedaron los tiempos de la alianza. Sin haberse roto de forma oficial, ya no hay respuesta de la mina cuando los dunedain solicitan audiencia, siguen luchando codo con codo si fuese necesario, tal y como se demostró hace poco cuando tres dunedain y un enano lucharon codo con codo junto con cinco milicianos defendiendo un pueblo fronterizo en el norte del país, contra un centenar de dunlendinos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Minas Aerion. Hogar de dunedain

Aerion, está situado al noreste de Arthedain (a la izquierda del mapa). También se le conoce por el bosque de Aerion, no es casualidad, puesto que la gran totalidad de la región está dominada por un frondoso bosque de encinas lo que lo convierte en un lugar inhospito y oscuro, aunque con pocos peligros, ya que no hay criaturas salvajes demasiado grandes como para poner en apuros a los viajeros.

Limita al norte con Forochel, de hecho, es el único castillo habitado hasta llegar a las frías tierras del norte; al este limita con el Rammas Formen, las agrestes tierras que se acercan demasiado al reino de Angmar; el sur está plagado de bosques y colinas escarpadas y al oeste por la región del Talath Muil.

La población
La gente de Aerion la compone principalmente por hombres del norte: granjeros, cazadores y recolectores principalmente. Debido a las características de su región, son buenos hostigadores y emboscadores, lo que los convierten en hombres muy validos para la guerra.

Existen unos pocos Dunedain en Aerion, principalmente en el castillo con el mismo nombre: Minas Aerion, pero existen muchas mansiones fortaleza dispersadas por los límites de la zona que rinden pleitesía a su señor en el castillo. Por último los enanos de Kuzuk-U-Ûdul viven junto a dicho castillo, mejor dicho, sus salones y minas se desperdigan bajo Minas Aerion. Largo tiempo ha durado la alianza de dunedain y enanos, y no parece haberse roto hasta ahora.

Minas Aerion
Minas Aerion es un pequeño castillo construido en lo alto de una colina. Tiene dos grandes torres y una torre del homenaje construida en el exterior del castillo, muy cercana a la entrada de Kuzuk-U-Ûdul y fácilmente defendible por los enanos.

En Minas Aerion vive Mithraril, hijo de Tithraril. Es el señor del castillo y por ende de la región. Hace más de 100 años se casó con Thalenia hija de Fordor, tuvo dos hijos Gaerlil y Harecur. Los dos tan diferentes como el día y la noche. Gaerlil era bardo y Harecur montaraz... Aunque esa es otra historia.

Hace 40 años, Thalenia murió en un accidente: su yegua de paseo pisó una roca suelta y se rompió la pata, cayendo al suelo y aplastándola. La familia lloró su muerte, Gaerlil componiendo tristes canciones y Harecur marchando a la guerra contra Angmar y Rhudaur en la tercera guerra del norte. Pero Mithraril, ¡ah! Mithraril no podía soportar la soledad, así que se casó a los pocos meses, la pobre afortunada fue Anatellë hija de Telendil, una elfa noldo que no deseaba partir en los puertos grises. Abandonó su familia y se quedó en Endor, en la Tierra Media. La boda fue extraña, llena de odio y resentimiento escondido en una hipócrita celebración, el único hijo presente fue Gaerlil. Este, echaba de menos a su madre y sobre su hermano... bueno, quizás sintiera odio, oquizás entendía que se hubiese ido, en cualquier caso, las canciones que se tocó ese día, fueron canciones más adecuadas a un funeral que a una boda.

Cuando regresó Harecur de la guerra ya había nacido Nâridsul, el hijo entre su Anatellë y Mithraril y que parecía ser el heredero de Minas Aerion